A estas alturas ya es conocido el impacto que la inteligencia artificial tiene en la informática actual y por ende en todo el quehacer humano.
Todo el conjunto de técnicas que conforman este movimiento entre las que se incluyen el aprendizaje automático, las redes neuronales artificiales y el procesamiento del lenguaje natural, se ha integrado en las empresas tecnológicas y las industrias que hacen uso de tecnología.
Netflix es una de ellas. Esta empresa toma ventaja de la inteligencia artificial y la emplea como parte de su estrategia para inducir y fomentar el consumo de los productos que ofrece en su plataforma: películas, series de TV y producciones originales.
Y lo consigue precisamente a través de los algoritmos de aprendizaje automático incrustados en su sistema de recomendaciones. Este sistema está entrenado para aprender de los gustos de un suscriptor y personaliza la pantalla de inicio de Netflix con recomendaciones de contenidos que se acercan fielmente a sus preferencias.
Aquí es donde también entra en acción la tecnología Big Data. Con ella procesa la información que sus millones de usuarios dejan cuando hacen búsquedas, escriben comentarios, reproducen trailers o consumen contenidos, permitiendo que ofrezca una pantalla de inicio organizada inteligentemente y, sobre todo, que conduzca a un mayor consumo de contenido original, parte esencial del negocio de Netflix.
Incluso se da el caso de que la portada de las películas o series no es la misma para todos los usuarios, ya que el sistema tiene la capacidad para predecir cuál es la imagen que llamará más su atención y se sienta inducido a reproducirlas.
Qué es la tecnología Big Data
En cuanto a la tecnología Big Data mencionada líneas arriba, se trata de un método de procesamiento de grandes y complejos volúmenes de información que no puede hacerse con las técnicas tradicionales. En su lugar, usa métodos estadísticos avanzados, la propia tecnología de aprendizaje automático y el minado de datos
Su objetivo es extraer información de utilidad para las empresas de los grandes volúmenes de datos generados por la interacción de personas o dispositivos automáticos con equipos informáticos, pudiendo tratarse de imágenes, vídeos, ubicaciones, etc. Es decir datos que no guardan una estructura común.
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