A partir de los modelos de iPad de décima generación, Apple ha alargado la autonomía de sus baterías hasta un día completo pero también ha cambiado el puerto de carga por uno de tipo USB-C de mayor eficiencia de carga y versatilidad que el puerto Lightning.
En efecto, los puertos USB-C no solo reciben carga, su tecnología también le permite transmitir datos, señales de vídeo y energía, características que los han llevado a reemplazar paulatinamente a la conexión USB tradicional.
En cuanto a la transmisión de energía, la actual capacidad y tecnología de batería del iPad de décima generación junto con la conexión USB-C permite compartirla con una gran variedad de dispositivos electrónicos compatibles, empezando por el iPhone. Y para esto, no se necesita hacer ninguna configuración; basta conectar ambos dispositivos mediante el cable Lightning a USB-C de los modelos de iPhone vigentes. La transmisión de energía será inmediata, lo que equivale a poder cargar el iPhone sin corriente eléctrica y en ausencia de un banco de energía.
Este mismo método se aplica para teléfonos de otras marcas como Samsung, Huawei o Xiaomi, solo que en estos casos es necesario contar con los cables de alimentación que correspondan a cada modelo.
Por ejemplo, para un teléfono Samsung Galaxy A34 o A54, el cable que corresponde es un cable de carga USB-C a USB-C. Y lo mismo ocurre en el caso de querer cargar un teléfono Huawei P30, Huawei P40 o Huawei P50.
En modelos de teléfonos Android más antiguos, es decir aquellos compatibles con la entrada Micro USB como un Samsung Galaxy S10 o un Motorola Moto G4, se necesita un cable de USB-C a Micro USB, o en su defecto, un cable de USB-C a USB 2.0 más un cable OTG conectado al terminal.
Modelos de iPad con los que puedes compartir su batería
iPad Pro de primera generación con pantalla de once pulgadas, iPad Pro de tercera generación con pantalla de 12,9 pulgadas, iPad Air de cuarta generación, iPad Mini de sexta generación.
Imagen de StockSnap en Pixabay