Pese a que los ordenadores son cada vez más rápidos, sus usuarios siguen sufriendo los problemas de un inicio lento del sistema Windows. Si esto ocurre también en tu sistema, con los siguientes trucos podrás darle una rápida solución.
Gestionar los programas de inicio
Muchos programas para PC con el fin de estar disponibles en el momento exacto en el que se les necesite, vienen pre configurados para iniciarse junto con el arranque de Windows, lo que indudablemente redunda en el tiempo de carga del sistema operativo.
Para quitar programas innecesarios, haz lo siguiente:
Presiona las teclas Windows +X (una a continuación de la otra) y luego haz clic en Administrador de tareas. Haz clic en la pestaña Inicio para que aparezca la lista de programas que arrancan conjuntamente con Windows.
Selecciona con el ratón un programa de la lista y haz clic en la opción Deshabilitar. Ten cuidado de no desactivar los servicios de audio de Windows.
Arrancar Windows sin interfaz gráfica
Desactivar la pantalla de bienvenida que Windows muestra habitualmente durante la carga del sistema puede ahorrar algunos segundos. Sigue estos pasos para conseguirlo:
Presiona las teclas Windows + R para que se abra el cuadro de diálogo Ejecutar. Escribe la expresión msconfig y presiona Aceptar. En la ventana Configuración del sistema, haz clic en la pestaña Arranque.
Luego, marca la casilla Sin arranque de GUI. Luego, presiona el botón Aplicar. A continuación, presiona el botón Aceptar para guardar los cambios. Finalmente, reinicia tu PC.
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