SFC y DISM: los comandos ocultos que reparan Windows 11 de errores críticos

Aunque han transcurrido varios años desde su lanzamiento, Windows 11 sigue siendo un sistema operativo actual y estable gracias a las actualizaciones de Microsoft. No obstante, ocasionalmente presenta inconvenientes irritantes, tales como pantallas azules, congelamientos y otros problemas que no responden a las acciones del usuario.

Todas esas situaciones negativas pueden ser originadas por una corrupción o daño en los archivos de sistema, ocasionados a menudo por conflictos de hardware, instalaciones incorrectas de software o controladores, virus, etc. Y que conducen a un reinicio del sistema con la consiguiente pérdida de información y los progresos de las tareas en curso.

Para solucionar estos errores, Windows 11 cuenta con dos herramientas integradas dedicadas específicamente a reparar los archivos dañados o corruptos del sistema: el Comprobador de archivos del sistema (SFC) y la Herramienta de administración y mantenimiento de imágenes de implementación (DISM). Ambas tienen la particularidad de que no se ejecutan desde la interfaz principal de Windows, sino desde la línea de comandos.

Qué es el Comprobador de archivos del sistema y cómo ejecutarlo

El Comprobador de archivos del sistema SFC (System File Checker) es una utilidad de línea de comandos que tiene la función de analizar y reparar los archivos del sistema operativo que por alguna razón pudieran estar dañados o modificados. Para ejecutar esta herramienta, debes seguir el procedimiento siguiente que empieza por abrir una ventana del símbolo del sistema.

Haz clic en Inicio, sitúa el cursor en la casilla de búsqueda y escribe “símbolo del sistema” (sin comillas). Cuando aparezca la aplicación Símbolo del sistema, haz clic en Ejecutar como administrador.

Escribe el comando sfc /scannow y presiona la tecla Enter. Este comando iniciará el análisis y, de darse el caso, la reparación de los archivos del sistema, lo que puede tomar algunos minutos. Cuando concluya la operación, generará un mensaje indicando el resultado.

Si no detecta nada anormal nos dirá que no se encontraron infracciones de integridad.

En el caso contrario; nos dirá que fueron reparados los archivos dañados o que no pudo hacerlo. En ambos casos dirá que hay detalles informativos en el archivo CBS.log, tanto sobre los archivos reparados como sobre los archivos que se quedaron sin reparar.

Qué es la herramienta de línea de comandos DISM y cómo ejecutarla para reparar Windows 11

La herramienta DISM (Deployment Image Servicing and Management) es otra utilidad de línea de comandos que sirve para reparar el sistema operativo. Cuando es ejecutada con los modificadores online /cleanup-image /restorehealth cumple con verificar si la instalación de Windows existente concuerda con las copias de Windows 11 disponibles en los servidores de Microsoft.

Esta herramienta puede ser útil cuando el Comprobador de archivos del sistema no ha podido corregir los archivos dañados de Windows 11. Para ejecutar esta herramienta, también habrá que abrir una ventana de símbolo del sistema con permisos de administrador, escribir el comando dism /online /cleanup-image /restorehealth y luego presionar la tecla Enter.

Este comando procederá a iniciar el análisis y reparación de Windows, lo que también puede tardar algunos minutos. Al concluir el proceso, nos mostrará un mensaje indicando el resultado de la operación. Si ha habido éxito, nos lo comunicará con un mensaje en la pantalla. Y si no ha podido reparar el sistema, igualmente nos lo comunicará. En ambos casos, pondrá a disposición el archivo DISM.log, que contiene los detalles de la operación realizada.

Los comandos SFC y DISM, pueden ayudarnos a solucionar muchos de los errores comunes que afectan a Windows 11, ya que reparan los archivos del sistema operativo. Sin embargo, no son infalibles. Afortunadamente, para los casos en los que tras su ejecución no haya éxito, es posible ejecutar métodos alternativos como buscar virus o malware, actualizar Windows, restaurar el sistema, reinstalar Windows, desconectar periféricos, comprobar el hardware, actualizar drivers, desinstalar programas innecesarios, ventilar bien el equipo, etc.

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