Los auriculares inalámbricos son ideales para hacer ejercicio. Evitan tener cables colgados durante las sesiones de entrenamiento y muchos modelos deportivos disponen de diseños llamativos y ajustes verdaderamente confortables.
Sin embargo, tienen un inconveniente: con el fin de aislar la música del mundo exterior, muchos modelos de media gama o superior inspirados en la práctica deportiva también eliminan con tapones de ajuste o mediante algoritmos los sonidos que pueden advertirnos de un peligro inminente. Por ejemplo, el zumbido de los motores de los coches que pasan cerca.
Qué son los audífonos de conducción ósea
Este aspecto ha sido solucionado con los audífonos de conducción ósea, pues se trata de auriculares que no se colocan en el pabellón auditivo. En su lugar, se colocan a la altura del pómulo y transmiten las ondas de sonido a través de los huesos del cráneo, dejando libre el canal auditivo para estar atento a cualquier ruido imprevisto mientras se escucha música.
Por lo demás, funcionan como cualquier otro auricular Bluetooth deportivo, tanto para emparejarlo con dispositivos móviles, cargarlo de energía o ajustarlo en la parte posterior de la cabeza. Su precio (alrededor de 100 euros) también se equipara con los auriculares de estilo deportivo de reconocidas marcas como Bose, JBL, Sennheiser, Audio Technica, entre otros..
Qué tan buenos son los audífonos de conducción ósea
Los audífonos de conducción ósea fueron desarrollados pensando en las personas con limitaciones auditivas a causa de problemas con los órganos responsables de la audición (tímpano, canal auditivo, etc.), por lo tanto, no están diseñados para los oídos más exigentes.
No es posible exigirles una reproducción de música con la gama completa de matices sonoros, sin embargo, tienen la ventaja de que no sellan el ruido externo permitiendo advertir peligros. También evitan la sensación de fatiga que producen las almohadillas o tapones de los auriculares intraurales después de algunas horas de uso.